martes, 18 de octubre de 2011

martes, 5 de julio de 2011

Velero de los días


Se van de mí
los días que me quedan,
sutiles se despiden
no sin antes dejarme
sueños y mas sueños.

Veo alejarse mis días
arrastrados por el aire
persistente y voraz
pero sabio en dispersiones.

Serán semillas
que en otro tiempo
en otra tierra
darán respaldo
a nuevas raíces y nuevos tallos.

Cuando mi último día
abandone su asidero
podrán volver los sueños
a la tierra, para ser
el alimento de esas velas
que volaron no sé dónde.

Cuando mi último día
abandone su asidero,
volveré a ser la nada
que permite serlo todo.

martes, 29 de marzo de 2011

Ni abadía ni milagro


Ni abadía ni milagro
ahora recogido en el silencio
de la triste espera
por el alma que ya nunca
a florecernos vendrá.

Y sin embargo indiferente
llegó la primavera.

martes, 8 de marzo de 2011

Velero desarbolado

Antes he de respirar
esa levedad, ese incienso de fisuras,
por donde entran
aguas oxidadas
por la intemperie del tiempo.
Y otros torrentes viscerales
a pasear el líquido
arpegio de las sombras.

Acantilado de ti
¿por qué llego tarde?
No puedo retirar el peso.
He llegado
con el tiempo desbordando
el timón soldado a la galerna.
Las gaviotas que me cruzan
no tienen rosa de los vientos.
Acantilado de ti.
Derviche derogado.
Mi timón soldado a la galerna.

sábado, 12 de febrero de 2011

Velero de la presencia

Mientras yo levante la copa
de sus ojos a escanciar la mañana
y rebeldes los reflejos
canten la danza iridiscente,

mientras llueva en la noche
otorgando cercanía sin mención
y no se duerma el mar
hasta que ella acune sus albatros,

mientras aún me contenga
esta cárcel donde vivo libre
y en los jardines del agua
gire la sed sus huracanes,

mientras viva yo
ella no muera
ni descansen
las rosas en el mundo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Velero de los pesares

¿Cómo podrían mirar el cielo los que no tienen pesares?
Los que no tienen pesares, no conocen el dolor en otros.
Los que no tienen pesares, no se angustian con otros infortunios.
Los que no tienen pesares, miran el cielo,
incapaces de volar con otras alas.

viernes, 28 de enero de 2011

Velero de los avellanos


Soy ahora
antepasado de lo que dijiste.
La pluma blanca de un almendro
al conocer la sangre.
Taxidermia en la grupa de las ventiscas.
Abocado a conocer el dolor
de tu herida en lo cotidiano.

Yo que me dejé la piel
en tu boca,
la que ahora levanta
el aliento de los avellanos.
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